Pensando en mi perro

Mi perro duerme un promedio de 16 horas al día.
Tiene toda la comida preparada para él y puede comer cualquier cosa que quiera.
La comida la recibe sin costo y sin ningún esfuerzo.
Visita al veterinario una vez al año o cuando es necesario, si aparece algún mal.
Para eso él no paga nada y nada se le pide a cambio.
Vive en un buen barrio y en una casa que es mucho mayor de lo que necesita; pero no precisa limpiar nada, ni pagar alquiler, ni pensar en un crédito hipotecario.
Si él ensucia, alguien limpia. Además ese alguien se ocupa del alquiler.
Él escoge los mejores lugares de la casa para dormir y recibe esas comodidades completamente gratis.
Vive como un rey y no tiene ningún gasto por hacerlo.
Todos  sus costos son pagados por otras personas que tienen que salir de casa para ganarse la vida todo el día.Estuve pensando sobre eso y, de repente, me vino la respuesta…
¡La madre que lo parió!
¡MI PERRO ES DIPUTADO!

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