El piloto español sufrió un accidente después de que el coche le patinara en la vuelta 41. Antes ya había tenido problemas debido a un toque con Vettel que le destrozó el lateral de su monoplaza. El cajón lo completaron los dos finlandeses: Kovalainen fue segundo en su primer podio del Mundial y Raikkonen, que llegó a rodar último, fue tercero.
La victoria de Hamilton, cuarta de la temporada le pone a tiro de piedra del título mundial y tendrá en el Gran Premio de China el primer ‘match ball’ para proclamarse campeón. Al británico le bastaría con ceder sólo un punto respecto a Alonso. Es decir, que si Fernando acaba por detrás de su compañero o sólo un puesto por delante a partir del tercero, Hamilton será el nuevo campeón.
Alonso, que pidió lluvia para la carrera, obtuvo lo que quería. Sin embargo, cayo más agua de la deseada, lo que provocó que la salida de la carrera estuviera neutralizada. Durante 19 vueltas el Safety Car estuvo en pista. En ese espacio de tiempo los Ferrari pasaron por boxes para cambiar sus neumáticos, ya que habían arriesgado saliendo con compuestos intermedios, lo que les retrasó a la cola de la carrera.
Patinazo de Alonso
Sin el Safety Car en pista, Hamilton y Alonso abrieron hueco con el resto. pero pronto se vio que el monoplaza del español no iba todo lo bien que se esperaba, sobre todo después de la primera parada en boxes. Los incidentes se sucedían e incluso Lewis Hamilton tuvo el suyo en un choque con Kubica. Pero casi al mismo tiempo, Alonso sufría otro con Vettel, lo que dejó el coche del asturiano lastrado para el resto de la carrera.
Fernando intentó arriesgar para remontar posiciones. Fue entonces cuando perdió el control de su monoplaza en la sexta curva y se fue contra el muro. A partir de entonces, Hamilton se limitó a aguantar la primera posición, dejando la pelea por detrás, donde los Ferrari fueron los protagonistas con una espectacular remontada.