El concepto en desarrollo por Nokia, así como otras compañías como Intel en el sector de la informática, consistiría en aprovechar la energía que queda en el aire liberada por los equipos en stand-by, es decir, que aguardan en modo de espera, y utilizarla para cargar el móvil sin necesidad de conectarlo a la red eléctrica.
Por lo tanto, la idea consistiría en que un teléfono así podría permanecer encendido sin necesidad de conectarlo a un enchufe de forma indefinida, pues la electricidad sobrante de equipos como otros teléfonos, televisores o equipos electrónicos le darían una cantidad de energía pequeña pero suficiente para mantenerse en funcionamiento.
El concepto aún se encuentra muy verde, y de hecho, no hay nada pensado de forma comercial hasta dentro de al menos tres años. Pudiéndose mejorar en el futuro aprovechando incluso la energía libre más lejana, y en el caso de que fuese necesario, apoyarla con energía solar.
Todavía quede mucho trabajo que realizar, pero lo que está claro es que todos los usuarios estaríamos encantados con un sistema así, que a la par de cómodo, sería eficiente y respetuoso con el medio ambiente.