-Al final de cuentas los coches no tenían cinturones de seguridad, ni reposa cabezas, ni airbags. Íbamos sueltos en el asiento trasero haciendo aquella fiesta ¡y eso no era peligroso!.
-Las camas tenían escaleras y los juguetes eran multicolores con piezas que se soltaban ademas de estar pintados con unas tintas “dudosas” conteniendo cualquier veneno.
-No había sistemas de seguridad en las puertas de los coches, ni llaves en los armarios de medicamentos, detergentes o químicos domésticos.
-La gente andaba en bicicleta para allá y para acá, sin casco, guantes, rodilleras ni ningún tipo de seguridad.
-Bebíamos agua del grifo, de una manguera o de una fuente y no aguas minerales en botellas “esterilizadas”, ni con filtros para quitar la cal.
-Construíamos aquellos famosos carritos de ruedas o montados en nuestros monopatines y los que tenían la suerte de vivir cerca de una bajada asfaltada, podían tentar de batir records de velocidad, gastando las suelas de los zaptatos que eran usados como freno.
-Ibamos a jugar a la calle con una sola condición: volver a casa para la cena o antes de que se hiciera de noche. No había móviles y nuestros padres no sabían dónde estábamos ¡flipante!.
-Brazos escayolados, dientes partidos, codos con heridas etc. ¿Alguien se quejaba de todo esto?
Todos tenían razón, menos nosotros.
-Comíamos todas las chuches que queríamos, pan con Nocilla o Tulipan, bebidas con azucares. No se hablaba de obesidad, jugábamos siempre en la calle y éramos super activos. Compartíamos con nuestros amigos cualquier cosa comprada en aquella tienda de la esquina, y nunca nadie murió por eso.
-Nada de playstations, nintendos, x boxes, psp, internet,, DVD, dolby surround y un gran etc ¡sólo amigos!.
-Los perros domésticos comían la misma comida que nosotros (muchas veces los restos) y sin problema alguno. Baño caliente, champú, nada de eso. Agarrabas al perro y otro con una manguera (fría), iba echando agua y se le restregaba con agua y jabón. ¿Algún perro murió o se enfermó por causa de eso?
-A pie o en bicicleta, íbamos a casa de nuestros colegas,viviesen a Kms de nuestra casa, e íbamos a jugar.¡Verdad! En ese mundo inseguro ¿Cómo era posible?
-Jugábamos a las canicas, o a cualquier juego que nos inventáramos, y lo mejor de todo es que lo pasábamos en grande y no como ahora que si se te corta la conexión a Internet es una hecatombe.
-En la escuela eramos buenos y malos alumnos. Unos pasaban y otros repetían. Nadie iba por eso a un psicólogo o psicoterapeuta. No existían los superdotados, ni se hablaba de dislexia, problemas de concentración, hiperactividad, etc. Quien no pasaba de curso, simplemente repetía y al año siguiente lo volvía a intentar.
-Nuestras fiestas eran animadas con tocadiscos, radiocasetes, luz oscura y unas deliciosas litrona de calimocho, cerveza con grosella e incluso con pipermint.
-Teníamos libertad, fracasos, éxitos y deberes ¡y aprendimos a lidiar con cada uno de ellos!
Encima de todo ¿Cómo conseguimos desarrollar nuestra personalidad?
¿Cómo la gente consiguió sobrevivir?
La generación actual considera que nuestro tiempo era aburrido, y no se explican ¡Cómo éramos de felices!.
Leches, me siento plenamente identificado, a mis 42 años, soy de esa generación a la que le tocó vivir en plena transición a la democracia, aunque no supiéramos muy bien de que se trataba, nada de electrónica (mi primera peli, la fuimos a ver a casa de una vecina), pero eso si, nos divertíamos con cualquier cosa y era mítico el sentir a nuestras madres a lo lejos anunciando que la comida estaba en la mesa….Joseeeeeeee, ve ya paca que se enfría el platoooooooooo……¡¡¡¡¡¡¡¡
Podría pasar horas y horas contando anécdotas, de los amigos, de los padres, del cole….los primeros amores….he he he.