Kaleb Bussenschutt, de Adelaide, Australia, tiene 5 años de edad y sufre una extraña enfermedad que no tiene nombre pero que se manifiesta como una severa alergia a cualquier tipo de alimento.
Lo único que Kaleb puede comer es agua y una marca específica de limonada.
Todo comenzó cuando su madre intentó quitarle el pecho. Le dio un poco de yogurt y eso bastó para enviarlo al hospital. Desde entonces, Kaleb no ha hecho sino empeorar. Han probado todos los tratamientos posibles y nada parece ayudar.
Entonces, ¿qué come Kaleb?
Este niño se alimenta de una fórmula llamada Elecare. Se le ha implantado un tubo en el ombligo que va directamente a su estómago, y que está conectado a una bomba que, lentamente, impulsa el líquido en su sistema digestivo, durante 20 horas al día.
Cuando Kaleb va a la escuela, su madre coloca la bomba en un backpack y es vigilado por una enfermera, quien retira la bomba durante el recreo para que Kaleb pueda jugar. El recipiente con la fórmula tiene que ser cambiado cada tres o cuatro horas, y es lo único capaz de mantenerlo con vida.
Durante las comidas, Kaleb mastica hielo picado para que los músculos de su mandíbula no se atrofien y ve la televisión, mientras el resto de su familia disfruta de una comida normal.
Hasta el momento los médicos no han conseguido gran avance, pero la familia de Kaleb ha abierto una página web (www.kalebsjourney.org) para recaudar dinero con fines de investigación.