En algunas ocasiones cuando vamos por carretera, podemos ver curvas que parecen no tener sentido, no están rodeando nada ni tampoco sirven para cambiar de dirección. La razón de su existencia es simple: para que no nos durmamos. Los ingenieros de caminos añaden algunas curvas a las carreteras para evitar que el conductor circule más de un minuto sin dar alguna vuelta y pierda la concentración.
Aunque parezca que una carretera con curvas es más peligrosa que una recta, una curva puesta después de un largo tramo de una carretera recta es más peligrosa que aquellas puedas a corta distancia.