Los casinos no son solo salas con cientos de máquinas tragaperras, numerosas mesas de apuestas y multitud de ruletas. Se trata de una institución más antigua de lo que muchos pensamos y donde se han dado cita todo tipo de personajes, desde los más glamurosos y atrevidos hasta los más discretos y calculadores. Y uno de los más conocidos es el sirio Fouad al-Zayat, considerado por muchos como el jugador de casino con más mala suerte y, por tanto, mayores pérdidas.
Su historia se remonta al año 2000, en el mes de marzo. Este multimillonario, conocido con el sobrenombre de “El Gordo”, se encontraba en el casino Aspinalles, un club de Londres al que era asiduo, y no supo ver que la suerte, ese día, no estaba de su lado. Tras perder 500.000 libras en una partida de blackjack no quiso darse por vencido y siguió apostando. Recuperó las libras que había perdido pero, no satisfecho con eso, continuó jugando. En total, perdió dos millones de libras y el casino se vio forzado a cerrarle el crédito.
El blackjack es uno de los juegos de cartas más demandados en la actualidad y cuyo reto es lograr que los naipes sumen, sin pasarse, 21 puntos, teniendo en cuenta que las figuras valen diez puntos y el as, once o uno. Es, por tanto, un juego muy sencillo y también muy divertido, donde es fácil ganar pero siempre que la suerte nos acompañe, porque el azar juega un papel clave.
En cualquier casino online el blackjack ocupa un lugar destacado, y cuenta con una ventaja: los jugadores pueden practicar cuando y donde quieran tanto desde el ordenador como desde un dispositivo móvil y ya sea de forma gratuita o por dinero real. Gracias a los diversos sistemas online de Blackjack, los smartphones y tablets se convierten en casinos de bolsillo, manejables y siempre disponibles.
En pleno siglo XXI, ya existen fórmulas de tantear nuestra suerte y de gestionar nuestra banca con la ayuda de la tecnología. Es posible que si el “El Gordo” hubiera jugado con el móvil no habría perdido esa fortuna. Aprovecha las nuevas tecnologías para entrar en la historia de los casinos pero, eso sí, jugando siempre con responsabilidad.