Un chico de cinco años entró a un banco que había cerrado sus puertas 19 horas antes.
Mientras su padre retiraba dinero del cajero automático, Olivier Pettigrew empujó la puerta e ingresó en la sucursal del HSBC en Easingwold, North Yorks, Inglaterra.
El banco había cerrado a las 16.30 del viernes. Daniel, el padre del niño, explicó que «Oliver desapareció y luego volvió a aparecer. Me dijo que el banco estaba abierto».
«Primero pensé que estaba bromeando, pero resultó ser cierto», agregó. Daniel y Oliver llamaron a la policía luego de caminar hasta la bóveda del desierto banco.
Una portavoz de la entidad aseguró que había un desperfecto técnico en el sistema de la puerta pero que en ningún momento los ahorros de los clientes estuvieron en riesgo.
«No había ninguna alarma. Si no hubiese sido por Oliver, esa puerta hubiese permanecido abierta durante todo el fin de semana», comentó la madre del pequeño.