Aunque no me gustaría recibirlo, me pareció muy particular los servicios de este correo, que bien podría denominarse “correo tumbero”, pues se trata de un soporte que permite enviar un e-mail a un familiar o ser querido una vez que hayas muerto. Sí, tal como leíste, tanto en Post Expression como en The Last Mail es posible programar una cuenta para que envíe tu último e-mail cuando ya estés muerto. Es obvio que el servicio, que no es chiste ya que cuesta 19 euros y muchos lo pagan, funciona siempre y cuando uno sepa más o menos la fecha de su muerte, es decir, tenga alguna enfermedad terminal, aunque los dos sitios te “animan” a que prepares igualmente el correo ya que -asegura- “la muerte te puede sorprender en cualquier momento”. Buuuuhhhh.
Vía: mzblog