Pescadores australianos han sacado de las profundidades marinas un calamar de seis metros de largo y 230 kilos de peso, que entregarán al Museo de Melbourne, en el sureste de Australia, informa la radio ABC.
El cefalópodo, que fue pescado anoche, se conserva en un frigorífico industrial de la ciudad portuaria de Portland, a unos 750 kilómetros al suroeste de Canberra, hasta que el museo decida qué hacer con el ejemplar: si lo utiliza para fines científicos o lo exhibe.
El año pasado, se capturó en aguas antárticas el «Architeuthis dux», el calamar más grande conocido, que medía diez metros y pesaba 492 kilos.
Otro calamar gigante, varado en las costas asturianas, es objeto de una autopsia y de toda clase de estudios por científicos españoles y franceses en esta localidad para desvelar los misterios sobre este enorme cefalópodo.
Este «pequeño» calamar -apenas tiene dos años- presenta unas dimensiones extraordinarias: 7,20 metros con los tentáculos y un peso de 104 kilos, y pertenece a la familia de los «Architeuthis» («Architeuthis dux» para los ejemplares hallados en el Atlántico).
Se trata del invertebrado más grande del mundo, ya que puede alcanzar los 20 metros de longitud y los 1.000 kilos de peso, y habita en las profundidades marinas, entre los 400 y los 1.500 metros de profundidad en aguas del mar Cantábrico, las Azores, Nueva Zelandia y Canadá, donde la presión es elevadísima y no llega la luz del sol.
Son solitarios, se alimentan de peces, cefalópodos y crustáceos y sus únicos predadores son el cachalote y sus congéneres.
El ejemplar que es desde ayer objeto de estudio fue remontado recientemente de su «lecho» por un pesquero pelágico y su posterior traslado a San Juan de Luz se produjo entre la mirada atónita de los curiosos y la sorpresa de decenas de pescadores.
El equipo de científicos que esperaba impaciente al animal ha procedido a las primeras mediciones biométricas y a diferentes cortes en su cuerpo, paso previo a otros estudios a fondo.
Desde hace tres años, ocho «Architeuthis» como el que ahora es objeto de estudio y tres ejemplares de la especie «Tanigia deana» han sido capturados por pesqueros, a entre 400 y 600 metros de profundidad, o encontrados varados en la playa.