Cada país tiene sus costumbres, cada lugar tiene su tradición pero todos de un modo u otro celebran sus respectivas navidades.
En Alemania, por ejemplo, el día de después de la cena de Nochebuena, los niños esperan con impaciencia los regalos. Cuando suena una campanilla (que está colocada detrás de la puerta del salón), los niños salen corriendo porque saben que debajo del árbol se encuentran sus regalos, pero…no podrán abrirlos hasta que no canten el tradicional villancico de Noche de Paz «Stille Nacht, heilige Nacht».
En Bélgica tienen por costumbre salir a patinar el día de Navidad después de la típica comida familar. La familia al completo se pone los patines y se deslizan por los ríos helados. San Nicolás, visita el 4 de diciembre a los niños de la ciudad para comprobar que han sido buenos y dos días más tarde regresa para dejar regalos y caramelos a los que se han portado bien y una ramita en el zapato a los más traviesos.
A los finlandeses les gusta colgar de las ramas del árbol de Navidad hileras de banderas de distintos países como símbolo del hermanamiento entre pueblos y culturas. Tienen una antigua tradición: el «pikkujoulu» o «Pequeña Navidad», que consiste durante los días previos a la Nochebuena después de la jornada laboral para hacer las decoraciones navideñas en los hogares.
En Francia las Navidades comienzan el 6 de diciembre con la llegada de San Nicolás, que trae regalos a los niños, aunque el ambiente navideño se puede respirar desde el 25 de noviembre, día de Sainte Catherine. Está muy extendido el calendario de Adviento y cada día que pasa hay que abrir una de sus ventanas.
La gran mayoría de los irlandeses son católicos, por eso las tradiciones navideñas del país están muy influidas por esta confesión. Una de las tradiciones más singulares de la decoración navideña en Irlanda son las velas. Se coloca una gran vela blanca en la entrada de la casa o en alguna ventana. Esta vela la enciende el más pequeño de la casa el día de Nochebuena, un símbolo para dar la bienvenida a la Sagrada Familia y sólo podrá ser apagada por una niña o una mujer llamada María.
En Italia la última noche del año, «Notte di Capodanno», es típico comerse un plato de lentejas antes de salir a la habitual fiesta en alguna de las discotecas del lugar. A las mujeres se las regala esta noche lencería de color rojo para que teengan suerte el año siguiente. En Roma y Nápoles, al llegar las doce de la noche, tiran los trastos viejos para comenzar el nuevo año con buen pie.
«Un regalo, un poema», este es el lema navideño en Letonia. La costumbre letona dice que en la noche de Nochebuena justo después de la cena, hay que buscar junto al árbol los regalos de Navidad, pero nadie podrá coger el suyo sin antes recitar un pequeño poema. Otra costumbre es reunir troncos de madera y encender con ellos hogueras en fin de año con la intención de acabar con todos los infortunios y problemas antes del nuevo año.
En Polonia el belén tradicional incluye títeres, algo único en el mundo. En el pesebre hay un pequeño escenario teatral para las marionetas. Se suelen representar clásicos episodios del nacimiento de Cristo e historias satíricas y costumbristas. En Nochebuena toda la familia se reúne para cenar y como es tradicional, en todas las mesas se coloca un cubierto más de lo normal y una hoja de oblea que los comensales parten como símbolo de reconciliación.
Las navidades del Reino Unido sin el tradicional muérdago no serían lo mismo. Protege contra los demonios y trae la suerte a los hogares. La Navidad en Gran Bretaña no sería lo mismo sin los «crackers», petardos que estallan al partirse en dos. Éstos, contienen un gorrito, un regalo sorpresa y un chiste.
Debido a los excesos de alcohol que se cometen en Suiza durante las celebraciones navideñas, ha aparecido una asociación que se hace llamar «Nariz Roja», Éstos, vigilan a los conductores que parecen estar algo bebidos y se ofrecen a llevarlos en su coche hasta su casa.
El 6 de diciembre es el día de San Nicolao, a quien le acompaña su ayudante Schmuzli, que en alemán quiere decir «el que ríe por dentro». Los dos visitan a todos los niños y comprueban en su cuaderno que se han portado bien. Si es así, les dan unas bolsitas con dátiles, nueces, mandarinas, higos y chocolate.
La tradición judía evidentemente no celebra la navidad, pero durante el mes de diciembre coincidiendo con las fechas navideñas tienen la celebración del “Jánuka”, una festividad judía en la que los niños reciben regalos por parte de la familia. Esta festividad evidentemente sólo tiene lugar en el ámbito familiar y privado o en el caso de que se trate de escuelas religiosas judías.
En países del otro hemisferio como Australia la navidad tiene la peculiaridad de que se celebra durante su verano, por lo que el clásico ambiente navideño de nieve y frío al que estamos acostumbrados, allí se transforma en playas y Santa Claus veraniegos.
En Filipinas, uno de los pocos países de tradición católica mayoritaria en su población, ya que fue colonia española, se celebra la navidad de forma muy similar a la nuestra, con misa del gallo incluida y con otras tradiciones resultantes de las antiguas que tenían los habitantes de esas tierras, con otras que les llegaron desde la vieja Europa.
Las lámparas de arcilla cubren las paredes de los hogares de la India al igual que se hace durante la festividad hindú de Diwali. Además las flores de pascua decoran multitud de iglesias durante la misa del gallo.
La tradición de Babushka es propia de Rusia, según la leyenda se trata de una figura navideña que reparte regalos entre los niños buenos ya que declinó ir a ver a Jesús con el resto de sabios debido al frío.