Es importante que conozcas todo lo posible la empresa que te va a entrevistar. Sus objetivos, sus retos actuales, sus posibilidades de expansión. Te ayudará a saber qué es lo que pueden buscar de ti y qué puedes ofrecer tu en su proyecto.
También es bueno preparar tus propias preguntas para hacerle al entrevistador. Como ideas te pueden servir las siguientes:
– Conocer las responsabilidades que vas a tener.
– Cuales son los retos de la empresa, sus opciones de expansión.
– Por qué ha quedado vacante el puesto al que optas.
– Posibilidades de promocionar dentro de la empresa.
En cualquier entrevista, sobre todo al final, se nos suele preguntar si tenemos dudas sobre el puesto a cubrir. No hacer ninguna pregunta en ese momento puede que sea recibido por el entrevistador como una falta de interés o un desconocimiento y desidia total sobre la empresa o sobre el puesto. En cambio formular algunas de las preguntas anteriores nos ayudará a transmitir una imagen de interés y motivación hacia el puesto al que aspiramos.
También nos servirá a nosotros mismos de cara a conocer más sobre el puesto y tener más posibilidades de éxito si finalmente somos seleccionados.
Es recomendable que te prepares mentalmente para la entrevista. Lo mejor es ensayar tus respuestas a algunas preguntas que seguramente te hagan, como por ejemplo las siguientes:
– Una introducción de tu biografía, tu recorrido profesional.
– Motivos por los que quieres cambiar de trabajo, si es el caso.
– Por qué crees que puedes encajar en este puesto.
– Cuales son los puntos fuertes o débiles de tu preparación y formación.
– Motivos por los que abandonaste tus anteriores trabajos, etc.
Prepararte previamente para responder a estar preguntas te ayudarán a estar preparado ante otras preguntas complicadas y que pueden ser comprometidas. También te ayudarán a ir más tranquilo y más seguro al sentir que tienes la entrevista preparada.