Esta foto podría ser la mejor publicidad para cualquier casa que se dedica a fabricar discos duros.
Se trata nada más ni nada menos que un disco duro de 400MB rescatado después de la explosión del transbordador Columbia en Febrero del 2003. Este apareció cuando los investigadores del desastre reunieron las piezas esparcidas después de la explosión.
De este disco que había sido dado por perdido se pudo recuperar el 99% de los datos gracias a Ontrack Data Recovery, y después de varios años de análisis se pudo analizar la información que contenía sobre experimentos para estudiar la forma en que el gas xenon se comportaba en ambientes de microgravedad, resultados publicados en la edición de abril del journal Physical Review E.