Esta original idea la tuvieron dos hermanos suizos, por la cual estuvieron nominados al premio de Mejor Idea Innovadora del año 2009, en la categoría de “servicios de hotel” por el WorldWide Hospitality Awards .
No se les ocurrió otra cosa que convertir un antiguo refugio nuclear de la Guerra Fría en la localidad de Sevelen (Suiza) en un hotel. Quisieron darle un segundo uso a edificaciones que dejan de tener utilidad y contribuir en los aspectos económicos, ambientales, ecológicos y sociales de la del lugar donde se encuentra.
El hotel no tiene habitaciones, pudiendo hospedar a 14 personas en 6 camas de una plaza y 4 de dos plazas. Los grupos de más de 14 personas, serían alojados en una habitación contigua decorada con un estilo militar y camas que pertenecían al búnker.
Tampoco tienen ni ventanas ni calefacción por lo que el hotel ofrece bolsas de agua caliente para las frías noches. El agua caliente es limitada. Como curiosidad para añadir a esta aventura, tienen una rueda de la fortuna que determina quién se bañará con agua fría.
Los precios de la pernoctación incluyen un té o café de cortesía que se deja al lado de la cama a la hora que se desee.
Todo un lujazo de hotel.
Vía: curiosohotel