El dueño de un restaurante sorprendió a un ladrón llevándose diez kilos de carne en los brazos e intentó detenerlo. Como el ladrón no desistía lo noqueó con un jamón.
Joe Scola preparaba las mesas de su restaurante para recibir a los clientes del mediodía cuando una camarera le preguntó «¿quién es es que se lleva la carne a la calle?» Cuando el propietario lo vió salió corriendo detrás de él.
El ladrón, un hombre de unos treinta años vestido de negro, huía con una pesada carga de carne congelada. Cuando Scola lo alcanzó vio que se había cargado todo tipo de carnes, fiambres y la consabida pata de cerdo. Empezaron a tironear de las salchichas y demás embutidos cuando el dueño del restaurante logró hacerse del jamón.
La contienda se definió cuando Scola le dió con el jamón congelado en la cabeza al ratero.
«Si hubiera venido a decirme que tenía hambre no le hubiera negado un desayuno», explicó.