Adela Edwards, una madre de 5 niños y residente en Florida, tiene la adicción más extraña del mundo: no puede parar de comer sofás.
Adele ha estado comiendo la espuma de la cual están hechos los sofás durante 21 años. Dijo que la primera vez que probó la espuma fue cuando ella tenía 10 años de edad. En los últimos años se había comido la espuma de 7 sofás.
Los médicos no pueden ayudarla a evitar su extraña adicción.
Lo malo de invitarla a comer a tu casa es que después te tienes que sentar en el suelo.