Los dos paralelogramos que forman la parte superior de las mesas son iguales, pero nuestro cerebro los interpreta como de diferentes formas y tamaños, jugando con la perspectiva. Y ciertamente que es una ilusión tan poderosa que aun sabiendo que son iguales es casi imposibles verlas o entenderlas mentalmente realmente como «iguales», por mucho que se intente.
Se puede comprobar que son iguales rotando una de las imágenes sobre la otra, con un programa de edición de imágenes:
Vía: microsiervos