La policía alemana arrestó a dos adolescentes que circulaban por la calle en una silla de oficina (probablemente la más veloz del mundo).
Dos jóvenes de diecisiete años le agregaron a una simple silla de oficina el motor de una cortadora de césped. Además se las ingeniaron para agregarle frenos de bicicleta y un marco metálico.
Los adolescentes declararon que sólo la utilizaron unos cuantos metros para probarla, pero hay testigos que aseguran que los vieron pasar volando por varias calles de la ciudad de Gross-Zimmern. Entre los cargos que enfrentan estos inventivos jóvenes está, por supuesto, el de manejar un vehículo sin licencia, patentes, seguros o cualquier otra documentación habilitante.