Si Ud. se va a aburrir asegúrese que sea a lo grande. Aquí le pasamos los once peores bodrios en lo que a museos se refiere.
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Imagínese destinar una tarde a admirar cañas de pescar, anzuelos y tanzas en el Fly Fishing Discovery Center o pasar un día en el apasionante Legler Barn Museum que se trata en definitiva de un establo. Hecho pelota, para más datos. Los once museos más horribles reúne los más escalofriantes centros en los que Ud. puede preguntarse si vale la pena la vida. Lugares en donde Ud. no sólo verá objetos aburridos sino que además se verá rodeado de gente que los aprecia.
Tomemos como ejemplo el Museo del alambre de púas cuyo patetismo sobrepasa las más aseguradas fronteras. ¿Se imagina los comentarios de los visitantes?
– ¿Qué alambre de púas más pinchudo, verdad Robusto?
– Sí yo de chiquito me agarré las axilas con uno igual y todavía tengo la cicatriz. ¿Desea verla Aparicio?
– Hágame el favor. Nunca es tarde para aprender algo en este valle de lágrimas.
Algunos ejemplos más son el museo de la llave inglesa, el de la mostaza y el hall de la fama de la lencería de celebridades. Baste con decir que están los calzones de Tom Hanks.