«Niña Salerosa», filmado y editado por Joe Romeiro en 333 producciones, nos muestra que los tiburones no son tan peligrosos como parecen.
La tranquilidad del buzo alimentando al tiburón impresiona, sin ningún tipo de problema por parte del animal, dejándose tocar y acariciar.
Cristina Zenato consigue provocar en uno de ellos, mediante caricias, un estado pseudo hipnótico conocido como inmovilidad tonica. Impresionante vídeo.