Preparar una oposición es un proceso duro que podemos afrontar solos o con la ayuda de un preparador personal. La decisión dependerá de muchas circunstancias, lo que está claro es que es la segunda decisión a tomar tras decidir a qué opositamos.
Empezar a opositar es un proceso que conlleva un gran número de decisiones. ¿A qué oposito? ¿Trabajo o dejo de trabajar? ¿Estudio en casa o en la biblioteca? ¿Oposito por mi cuenta o me busco un preparador personal?
Esta última cuestión es algo que todo opositor se plantea antes de empezar a estudiar. Uno piensa si será capaz de estudiar por si solo, si tendrá la fuerza de voluntad necesaria o será capaz de encontrar el temario completo y actualizado y preparar los ensayos de exámenes.
Muchos valientes, puede que tu seas uno de ellos, deciden que sí, que son capaces. Tienen un gran tesón y una fuerte confianza en si mismos. Creen que podrán hacerlo, que se organizan bien y además tienen al mejor aliado a su favor: el tiempo.
Otros, puede que también muchos de los que ahora estáis leyendo este artículo, desde un primer momento, decidisteis que la mejor opción era preparar las oposiciones con un preparador. Sois de los que necesitáis un apoyo y alguien que os anime en los momentos más delicados, además de que consideráis que os preparará mejor para los exámenes porque os corregirá y orientará en su preparación y que también os aportará un temario más completo y actualizado del que vosotros podríais conseguir. Muchos trabajadores optáis, también, por esta vía ya que os supone una ayuda extra. Ya sabemos lo difícil que es estudiar y trabajar a la vez. Toda ayuda es buena.
Luego están los que escogen las dos vías a lo largo de sus vidas como opositores. Primero optan por estudiar “por cuenta propia”, como autónomos y al suspender vuelven a intentarlo “por cuenta ajena”, vamos, con un preparador personal que les guié en el duro camino.
Los dos caminos son buenos y ambos tienen sus espinas y cual es el mejor para nosotros sólo lo deciden nuestras circunstancias. Ambos tienen sus ventajas.
Estudiar por nuestra cuenta es más barato. Eso es obvio. Los horarios los marcamos nosotros y el temario está personalizado ya que somos nosotros mismos los que decidimos que estudiar más y que menos, que bibliografía nos encaja más o que temas tienen más o menos importancia.
Por otro lado, preparar las oposiciones con un preparador personal te asegura un temario actualizado, que te informen sobre convocatorias, alguien que corrija tus ensayos de exámenes, una persona que te anime en momentos bajos, que te oriente qué es más importante y qué es paja y, algo muy importante, tendrás a quien preguntarle tus dudas.
Volvemos a los currelillas. Para ellos, aunque un preparador personal suele parecerles la mejor opción, suele echarles para atrás el tema de horarios. Los trabajadores necesitan libertad total y horarios imposibles, lo que creen que no les dará ningún preparador. Evidentemente están equivocados. Preparar oposiciones es un mundo. Todo está pensado. Desde hace años existen cursos para preparar oposiciones que ponen a nuestra disposición un tutor y un preparador personal pero con horarios muy flexibles. Te dan el temario y tú estudias cuando quieres o cuando puedes y al preparador sólo tienes que verlo físicamente una vez a la semana. Y vamos a ser serios, por muy trabajador que seas, ¿Quién no tiene un hueco a la semana? Resuelven dudas vía email o de forma telefónica y luego haces los ensayos de examen, las correcciones, etc. con tu preparador personal en la cita semanal.
La situación personal de cada uno de nosotros será la que nos haga elegir una u otra opción. Aunque las cifras son muy claras, el porcentaje aprobados entre los opositores que estudian con preparador personal es muy alto, entre un 70 o 75%. La verdad es que da que pensar.
Hay una metáfora que se adapta muy bien a nuestro dilema. Estudiar oposiciones solo o con preparador es como una carrera de ciclismo en el que el ciclista va solo o con un coche del equipo detrás.
Hay ciclistas (opositores) que consideran que la dureza de la carrera solo pueden superarla en la lucha consigo mismos. Tienen una capacidad brutal de autoanimarse y una fuerza de voluntad de hierro, o son Miguel Indurain, que también los hay. Disfrutan pedaleando en solitario y ver cómo llegan a meta venciendo obstáculos.
Por otro lado están los ciclistas que creen inútil hace el esfuerzo en soledad. Creen que tener un coche detrás que les de agua cuando tengan sed, una barrita de cereales cuando flaqueen las fuerzas o unas palabras de animo cuando pierdan la fe, les ayudará a triunfar. Toda ayuda es buena para conseguir nuestro objetivo.
Bueno, no sé si os habré ayudado mucho. La decisión es solo vuestra. Opositor.com solo quiere que nosotros como opositores hagamos el análisis de nuestra situación personal y veamos que tipo de ciclista somos. Cuales son nuestras necesidades y cual es nuestro tiempo y fuerza de voluntad será lo que nos haga elegir un camino u otro. Pero no olvidarnos nunca que lo importante es cruzar la meta en los primeros puestos, lo hagamos como lo hagamos. La recompensa será infinita.
Vía: opositor
Las oposiciones para el empleo público son la mejor manera de encontrar solución al desempleo. Por este motivo es conveniente estudiar y presentarse a rendir los exámenes con el objetivo de adquirir una labor muy bien remunerada y que ofrece numerosos beneficios desde el plano social.