La risa es una estupenda terapia para liberar tensiones, estrés, depresiones, cansancio, dolores, problemas respiratorios y muchísimos más son los beneficios que está acción, que pareciera tan simple, nos aporta. No en vano existen ya centros especializados en aplicar la risa como técnica, llamada también “risoterapia”.
Patch Adams, medico estadounidense fue el impulsor de la “risoterapia” quien convenció al mundo de que la risa era la mejor terapia para sanar o mejorar ciertos estados físico-anímicos de los pacientes y es así como en 1971 fundó el Instituto Gesundheit en donde siguió estudiando y fundamentando tales beneficios, así como preparando a otros facultativos para aplicarla en hospitales de varios países como Francia o Alemania, entre otros.
Científicamente probadas son las consecuencias de una buena carcajada que, practicada a menudo, redunda en nuestro aspecto físico, ya que tiene un idudable efecto rejuvenecedor facial (ejercitando los músculos del rostro), así como abdominal (forzando la musculatora de esta zona), además del bienestar general que tiene su explicación en la liberación de gran cantidad de endorfinas, que son los neurotransmisores encargados de hacernos sentir bien de forma instantánea y que en el caso de padecer dolor, esta sustancia actúa como inhibidor por excelencia.