Un trocito de una ramita de SAUCO de unos 2 ó 3 centímetros de longitud y de entre 5 y 8 milímetros de grosor. Lo absurdo del remedio es que no hay que masticarlo ni ingerirlo como sería lógico, sino colgárselo del cuello.
Aprovechando que el interior de las ramitas de sauco es muy blando, se le puede pasar una aguja que traspase el trocito de ramita a lo largo por su interior, y por allí se pasa un cordón de algodón con el que se cuelga del cuello como si fuera una valiosa joya. Se debe de llevar por dentro de la camisa para que el sauco esté en contacto con la piel.
Esto que parece una inocentada, funciona muy bien. Por lo visto a varias personas les desaparecía el dolor de muelas al poco tiempo de llevarlo colgado las 24 horas.
De la corteza del Sauco se extrae el ácido acetil Salicílico, el principio activo de la «aspirina»