Un ruso secuestró un microbus para llegar a tiempo a una misión cuestionable: impedir el casamiento de su ex.
Vladimir Kirov secuestró un transporte público para interponerse en la unión de su ex novia. Si Ud. señora ya está suspirando y gimiendo «qué romántico» déjeme darle más detalles: el colectivo estaba lleno y el hombre amenazó a punta de pistola al chofer y a la concurrencia para que se bajen del micro.
Y todavía hay más: mientras este señor, carente de toda tolerancia a la frustración, efectuaba su alocada carrera por la ciudad de Vologda era perseguido por patrulleros que intentaban poner fin a su efusivo itinerario. A pasos de la ceremonia la policía interceptó al hombre que ahora enfrenta cargos por robo a mano armada, amenazas y atentar contra la seguridad pública.
Un portavoz policial explicó: «No pudo sobreponerse a ser dejado por otro hombre e intentó impedir que la mujer siguiera adelante con el casamiento».