Joachim Schoeneich, ciudadano alemán compró un tanque de guerra de seis toneladas como vehículo particular. La pieza de combate es un tanque británico ‘Fox’, que lleva un cañón para balas de 30 milímetros. Actualmente el arma está desactivada.
El hombre de Neu Anspach explicó que el tanque, con un blindaje de tres pulgadas de espesor, es utilizado para hacer compras y viajes de paseo. «Es un poco difícil de estacionar, pero en los cruces siempre nos dan el paso», explicó Schoeneich riendo. Si bien el tanque consume una cantidad inmensa de combustible «la experiencia bien lo vale», explicó su dueño.