Cuando volvió de vacaciones se encontró con que su vecino le desmanteló la casa y la vendió ladrillo por ladrillo.
Yuri Konstantinov, un ruso de 50 años, volvió de sus vacaciones y se encontró con una sorpresa. Su casa de la región de Astrakhan había desaparecido hasta el nivel de los cimientos.
Al parecer, un vecino de Yuri aprovechó que la vivienda estaba desocupada para vender los ladrillos, ventanas, puertas, tuberías, lavabos, etc. hasta que no quedó nada sobre el nivel del suelo. La policía ya identificó al espontáneo vendedor
de materiales de segunda mano pero se desconoce el destino de los mismos como así también el rédito obtenido.
Según un vocero de la policía de la región «un vecino decide hacerse cargo de una casa desocupada y la desmantela pedazo por pedazo para vender los materiales de la construcción. Esto no es la primera vez que ocurre y en ciertas áreas alejadas es hasta una costumbre considerada normal».