Jérôme, el bróker de Société que hundió los mercados

Las inversiones no autorizadas de un empleado de SG causan pérdidas de 5.000 millones en la entidad francesa y desestabilizan las Bolsas europeas

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Todavía no ha cobrado su bonus de 2007, pero dudo que lo reclame». Aparentemente, al presidente de Société Générale, Daniel Bouton, todavía le quedaba sentido del humor para ironizar ayer sobre el empleado del banco que le ha causado unas pérdidas de 4.900 millones de euros. Pero, ¿quién es ese hombre capaz de hacer tambalear los cimientos de la segunda mayor entidad financiera de Francia?

Aunque nadie mencionó su nombre durante la conferencia de prensa de ayer, el diario Financial Times cree saber que se llama Jérôme Kerviel. Lo que sí explicó Bouton, un tanto molesto, es que desconoce su paradero. El empleado se ha esfumado después de ser interrogado por dirigentes del banco durante la noche del sábado al domingo y el día siguiente.

Un sueldo ‘normalito’

«Quizá hemos cometido un error con eso», dijo Bouton al reconocer que el banco no había presentado una denuncia inmediatamente y que tampoco sabía «cuál es el delito penal que ha cometido». «Pero si huye, le encontraremos, no hay duda».

Por el momento, lo que se sabe del ‘trader loco’, como le llaman ya algunos, es que es un treintañero que ingresó en Société Générale en 2000 y trabajó en lo que se conoce como middle y back office, donde se encuentran los servicios de control del banco. Desde 2005 era un operador de base en la sala de mercados, en París. «Se ocupaba de posiciones pequeñas», precisó Jean-Pierre Mustir, director de la banca de inversiones de Société Générale.

Kerviel, si es así como se llama, ganaba 100.000 euros al año, bonus incluido, nada del otro mundo en la escala salarial del mundo de las finanzas. Según Mustier, no hay constancia de que se enriqueciera con el fraude, al menos directamente. «Habrá que ver si pudo beneficiarse indirectamente», añadió.

A lo largo de 2007, según explicó ayer Bouton, tomó posiciones ganadoras, pero para no hacerse notar, las anulaba con posiciones perdedoras que eran ficticias. «Así engañó sucesivamente todos los controles del banco». Pero recientemente cometió un error fatal en su cobertura ficticia, que el banco descubrió el viernes por la noche.

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